Galletas, café y gaseosa

Cuando en la Asamblea Legislativa se habla de refrigerio este es igual a galletas, café y gaseosa.
Imaginemos un almuerzo que conste de una galleta, acompañada de café ó gaseosa, para una persona que viajó desde Liberia, San Carlos, Limón... en fin desde cualquier parte del país, hasta donde se encuentran “los padres de la Patria” a recibir un cartón de reconocimiento como “Ciudadanos de Honor” por ser ex combatientes de la malaria; un cartón que quizá se arrugue de regreso a casa y que además, está hecho con las cartulinas que los diputados del Partido Accesibilidad sin Exclusión (PASE) tuvieron que comprar, porque el Director Ejecutivo de la Asamblea no las autorizó.
No se otorgaron además, los almuerzos para las personas que iban a ser homenajeadas.
Eso sucedió el pasado 28 de julio cuando los legisladores de la fracción del PASE, realizaron una actividad en el Salón de Ex presidentes de la Asamblea Legislativa, para reconocer la importante labor realizada por verdaderos héroes del país, dedicados a combatir la malaria y la fiebre amarilla, desprotegidos totalmente por el Ministerio de Salud y sin contar con la mínima norma de protección ocupacional.
Pese a los obstáculos, el PASE realizó una actividad simbólica, pero llena de buenas intenciones para recordar a este grupo de personas que 53 años después sufren las consecuencias en su salud por el tipo de insecticida que utilizaron en su labor; otros fueron víctimas mortales de la misma situación, dado a que el expediente 17.167 “Indemnización para la población afectada por el DDT” que pretende como bien lo indica, indemnizar a los excombatientes de la malaria y la fiebre amarilla, duerme el sueño de los justos como muchos otros proyectos en el plenario legislativo.
Resulta curioso que cada vez que el PASE solicita almuerzos para una actividad, o pide un intérprete de LESCO o cartones para dar un certificado, estas peticiones no son aprobadas. Una situación igual sucedió el Día Nacional de las Personas con Discapacidad, donde se negaron los almuerzos y el intérprete. En aquel momento, como en muchos otros, los diputados del PASE asumieron la responsabilidad.
Lo extraño es que cuando la fracción de gobierno realiza sus actividades sí hay almuerzos y refrescos y hasta le ofrecen a quien pase cerca, porque sobra comida.
Es una vergüenza que en nuestra Asamblea Legislativa sean mezquinos con la alimentación para actividades de sectores menos favorecidos, de sectores olvidados por años por cada gobierno en turno. Pero paradójicamente para los de clases sociales con poder adquisitivo siempre hay.
Krisia Montoya